Mensajes
de Dios Padre y la Virgen María, “Reina y Madre de la Iglesia”, dados al Profeta
J.V. dados durante el Rosario, el 27 de Marzo del 2014
El papa (?) o rabí Francisco rodeado de rabinos, acusado por la Conferencia Episcopal de Polonia de ser él: "el arma del enemigo metido en la Iglesia".
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“Mataron al
Amor los jefes del pueblo de Israel; y vosotros seguís matando al Amor por no
querer aceptar todo el Tesoro Celestial que os trajo a la Tierra. (1er.Misterio)
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“Agradeced,
Mis pequeños, éste tiempo de Purificación, que ya estáis teniendo y que en
breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu pondrá todo en su
lugar, conoceréis los que Yo creé, Mis intenciones, Mis Deseos, Mi Voluntad”. (2º.Misterio)
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Al pueblo de Israel se les quitó la primogenitura y aún se siguen
queriendo llamar el pueblo escogido y se siguen aprovechando de los demás
pueblos de la Tierra. (2o.Misterio)
Primer
Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Hijitos
Míos, cantad, cantad al Señor con todo vuestro corazón, gritad vítores y
alabanzas a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Así alaban todas las almas
que en el Cielo están, a Nuestro Dios, Nuestro Creador, vuestro Salvador, al
Dios Amor.
Mis
pequeños, el Cielo alegre está, las almas en el Cielo gozan de estar ante la
Presencia de Nuestro Dios. Ese deseo
debiera existir en cada uno de vosotros, vuestro corazón debiera estar unido,
perfectamente, con la Vida del Cielo. Si vosotros os dierais plenamente cuenta,
si hubierais entendido todo lo que se os ha explicado y que habéis hecho a un
lado, desearíais estar ya en el Reino de los Cielos.
Yo,
como Madre vuestra, os llevo a cada uno de vosotros a desear ésos momentos
pero, por vuestra falta de Fe y vuestra falta de oración, no os adentráis en
vuestras realidades futuras.
Mis
pequeños, todos estáis llamados a regresar al Reino de los Cielos pero,
también, sabéis que para lograrlo, se os exigen ciertas cosas. La
vida en la Gracia es importantísima, vuestro deseo de amar, como os enseñó Mi
Hijo, es primordial. El
hecho de desear la Vida Celestial, Mis pequeños, es ya un gran paso para
vosotros porque, vosotros, ciertamente, habéis entendido que estáis de paso por
la Tierra y habéis crecido en Fe y, ésa Fe, es la que os está indicando que
volveréis al Reino de los Cielos, por eso vuestro regreso es un regalo a
vuestra Fe pero, también, un esfuerzo grande de haberos mantenido sirviendo a
Nuestro Dios.
No os
imagináis, Mis pequeños, cuántas almas se pierden o cuántas almas no desean si
quiera vivir y desear ése futuro espiritual que tanto se os ha explicado. Hay
un vacío tan grande en tantas almas. Cuánto tiempo desperdiciado, cuánto amor
desperdiciado, cuánta donación de Mi Hijo desperdiciada. Almas, que pudieron
haber ganado un lugar muy especial en el Reino de los Cielos y satanás
fácilmente las desvió y prefirieron seguir viviendo para el mundo, que luchar
por el Reino de Mi Hijo, aquí en la Tierra.
Cuánto
Dolor de Mi Hijo en Su Pasión Dolorosa pero, básicamente causado por éste
desperdicio de Su Bondad, de Su Donación. Almas que no aprecian todo lo que se hizo
por ellas, almas que no creen, aún a pesar de que se les ha explicado tantas
veces a lo largo de su vida. Almas tercas, prefiriendo vivir en el mal, en el
mundo, en la ignorancia, para no tener obligaciones, para no tener que pagarle
a Mi Hijo, a Nuestro Dios, por Sus Bondades.
Cuántos
corazones viviendo en la necedad de no querer cambiar y mantenerse tan alejados
de la realidad Divina. Ciertamente, la Misericordia Divina de Nuestro Dios, les
dará oportunidades de conversión, de arrepentimiento. Les dará deseos, en su
corazón, para buscar lo bello que se les ha enviado desde el Cielo y, aún así,
muchas almas no responderán.
Poneos,
por un momento en el lugar de Mi Hijo. Vosotros, como seres humanos, ciertamente,
no entendéis plenamente el Sacrificio de Mi Hijo pero, podéis sentir en vuestro
corazón, algo de ello. Poneos por un momento en el lugar de
Mi Hijo, Es el Amor en pleno, que se da en totalidad para
salvar almas. Sentid vosotros, en vuestro corazón, lo que Mi Hijo vivía,
vosotros mismos diríais que es una ingratitud tremenda el que no respondáis a
tanta Bondad, vosotros mismos os enojaríais por tantas almas que no os
agradecerían vuestra donación de amor, vuestro sacrificio total, eso lo podéis
comprender bien porque, en algún momento de vuestra vida os habéis dado por
algún semejante y ni las gracias recibisteis de ellos a los favores que les
concedisteis, ahora, imaginad eso, lo que hizo Mi Hijo
por vosotros, multiplicado por miles de millones de veces.
Ciertamente,
Él no se va a enojar, pero fue una gran Tristeza en ésos momentos de Su
Donación, el ver cómo en ése momento y en lo futuro, muchas almas no iban a
responder a tanto Amor.
Os pido,
Mis pequeños, que oréis por ésos hermanos vuestros que no han comprendido
tanto Bien que Mi Hijo os dio con Su Donación. Orad, para que vosotros,
también, entendáis en plenitud, tantas Bondades, tanto Sacrificio, tanto Amor,
tanto Dolor que Le costó a Mi Hijo salvaros.
No
dejéis de orar, Mis pequeños, por todos aquellos hermanos vuestros que no
quieren entender o no les interesa conocer y aceptar el Bien que os trajo Mi
Hijo a la Tierra con Su Donación, es Puro Amor, Mis pequeños. Mataron al Amor los jefes del pueblo de Israel; y
vosotros seguís matando al Amor por no querer aceptar todo el Tesoro Celestial
que os trajo a la Tierra.
Llorad
vuestros pecados, pedid que se os abran vuestras capacidades espirituales para
que podáis entender éste Misterio de Amor, en el cual poco meditáis y poco
provecho le sacáis. Llorad
acompañando a Mi Hijo en los momentos que Él lloró por vosotros, por vuestra
salvación. Él es
vuestro Hermano, Él es vuestro Dios, acompañadLo y pedidLe que os perdone, pero
que os dé la Gracia de entender las Bendiciones de todo un Dios hacia los seres
humanos.
Gracias,
Mis pequeños.
Segundo
Misterio. Habla Dios Padre.
“Agradeced,
Mis pequeños, éste tiempo de Purificación, que ya estáis teniendo y que en
breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu pondrá todo en su
lugar, conoceréis los que Yo creé, Mis intenciones, Mis Deseos, Mi Voluntad”.
Yo le
dije al pueblo escogido “vosotros seréis Mi pueblo y Yo Seré vuestro Dios”, pero
también le puse condiciones, condiciones que no cumplieron.
Ciertamente,
cuidé de Mi pueblo, el pueblo escogido de ése momento, como el padre cuida al
hijo. Lo perdoné muchas veces de sus errores, de sus caídas, de sus traiciones; se componían por algún tiempo y volvían a darMe la
espalda, pueblo infiel, pueblo terco, pueblo malvado. Conocían Mis intenciones,
Mis Promesas a través de los profetas, pero no querían tomar todo ése
Conocimiento, aceptar ésas Promesas y cumplir lo que les pedía.
Pueblo
infiel, buscando solamente su bienestar humano, económico, buscando posesiones
terrenas, y lo
siguen haciendo, no han aprendido. Se les
quitó la primogenitura y aún se siguen queriendo llamar el pueblo escogido y se
siguen aprovechando de los demás pueblos de la Tierra.
No
buscan agradarMe, son pura apariencia, no hay un verdadero cambio en su
interior. Siguen buscando posiciones altas, nombre, fama, como lo hacían los
antiguos fariseos y escribas. Pueblo infiel, pueblo malo, que debió ser ejemplo
ante los demás pueblos de la Tierra y, ahora,
los descendientes farisaicos mueven todas las estructuras conocidas, creadas
por el hombre, a su antojo. Matan, destruyen, como si fueran dueños de todo,
afectan a tantas almas, esclavizan, oprimen, maltratan.
Ciertamente,
tendrán su purificación, conocerán el Deicidio cometido y espero su
arrepentimiento. Yo he creado a todos lo pueblos de la Tierra para que fuerais
hermanos, para que os amarais los unos a los otros, para que os cuidarais los
unos a los otros con los dones recibidos y no para que algunos os convirtierais
en dictadores de otros.
Agradeced,
Mis pequeños, éste tiempo de purificación, que ya estáis teniendo y que en
breve tendréis más fuertemente, porque Mi Santo Espíritu pondrá todo en su
lugar, conoceréis lo que Yo creé, Mis intenciones, Mis Deseos, Mi Voluntad. El
hombre, manipulado por satanás, ha echado a perder Mi Obra, Mis Deseos, el Bien
que Yo quería para el género humano.
Aquellos
que, verdaderamente, se arrepientan de corazón y deseen hacer Mi Voluntad,
permanecerán. Todos aquellos que no sean buen trigo y que sean como la cizaña
que estáis viviendo, que fue la cizaña que asesinó a Mi Hijo, será quemada,
eliminada, olvidada de la Tierra. ¡Pobre pueblo escogido! ¡Tanto bien que pudo
haber hecho!, y Me sigue dando la espalda, no quiso seguir viviendo de acuerdo
a Mi Voluntad y hasta a su Mesías, Mi Hijo, destruyó.
Gracias,
Mis pequeños.
Enlace:
"Francisco" dando la Comunión en la mano para que la profanen los fieles.
"Francisco", con "los suyos", celebrando ritos judíos.
Maqueta del templo del Anticristo en la Iglesia de San Ignacio de Loyola -fundador de la Compañía de Jesús u Orden de los jesuitas- que le construirá "Francisco", "jesuita", a su jefe Maitreya.